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Experiencias con la alimentación conciente, los fermentos y la vida sana

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Información sobre la producción orgánica en Argentina

3 years ago · 5 Minutos de lectura
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¿Cómo sonsumidores concientes es sustentable seleccionar alimentos orgánicos?

Viviendo en la ciudad y siendo les mayores consumidores de alimentos, tenemos una gran responsabilidad. Al seleccionar el origen de nuestros alimentos estamos sosteniendo uno u otro modelo de producción. Es clave que elijamos, siempre que podamos, el más sustentable y sano para todes. Entender la producción orgánica argentina no es sencillo y tampoco lo es explicar bien sus diferencias respecto a las producciones agroecológicas. Vamos a tratar de comprenderla analizando su origen. En esta nota Ricardo Parra, presidente de MAPO y productor de mieles y mermeladas “Las quinas” nos cuenta que “El mundo orgánico argentino nació a partir de exportadores que vendían alimentos en el mundo y de repente empezaron a tener demanda de orgánicos, se daban vuelta y buscaban interesados en el sector de la producción.” O sea que surgió en base a una demanda del mercado extranjero. Y esa esencia se mantiene al dia de hoy, ya que en palabras del mismo Ricardo “Hoy se exporta el 98% de la producción orgánica argentina.” Como vemos no surge como una alternativa a la producción convencional con monocultivos y agrotóxicos si no por insertarse en un mercado cuyas demandas estaban creciendo.

En Argentina, la producción orgánica de alimentos está regulada por la ley 25.127. Los alimentos certificados orgánicos deben tener un sello que así lo indique, estos sellos son otorgados por certificadoras privadas que se aseguran que la producción sea conforme a la ley. La ley en su artículo primero, haciendo referencia a las distintas producciones de alimentos vegetal y animal, señala que estas tiene que ser: “...sustentables en el tiempo y que mediante el manejo racional de los recursos naturales y evitando el uso de los productos de síntesis química y otros de efecto tóxico real o potencial para la salud humana, brinde productos sanos, mantenga o incremente la fertilidad de los suelos y la diversidad biológica, conserve los recursos hídricos y presente o intensifique los ciclos biológicos del suelo para suministrar los nutrientes destinados a la vida vegetal y animal, proporcionando a los sistemas naturales, cultivos vegetales y al ganado condiciones tales que les permitan expresar las características básicas de su comportamiento innato, cubriendo las necesidades fisiológicas y ecológicas.” La ley no dice mucho más que eso. De hecho dice bastante poco porque la reglamentación queda en manos de las certificadoras. La ley menciona que la certificadoras pueden ser de carácter público o privado, pero hasta el momento no parece haber certificadoras públicas. Si bien hay casos de producción orgánica producto de productoras y productores interesades en el medioambiente y en proteger la biodiversidad, hay otros donde la producción orgánica se hace como estrategia de marketing para participar en los diferentes mercados que demandan este tipo de alimentos como sucede con el mercado extranjero como antes mencionamos. Nada impide que una productora/or produzca en uno de sus campos de forma convencional y en otro de forma orgánica por ejemplo. Sea por los costos de la certificación o por estrategias de marketing o por otros motivos más complejos de analizar estos alimentos suelen tener un precio más alto que los convencionales aunque podemos encontrar excepciones. Que un alimento este certificado orgánico nos indica que fue producido bajo determinadas condiciones, bajo determinadas técnicas de producción. Una de las certificadoras es por ejemplo Argencert. En su normativa podemos ver que no está permitido el uso de organismos genéticamente modificados, no está permitido el uso de agroquímicos de origen sintético, con la salvedad de los insumos comerciales permitidos por el senasa. De los antes dicho podemos deducir porque lo orgánico en Argentina no siempre es lo más sustentable. Las empresas a las que le compramos orgánico pueden también producir de forma convencional en otros campos. Si bien no se usan agrotóxicos como el glifosato si están permitidos otro tipo de insumos externos como podemos ver en el listado del senasa. Algunos de estos insumos son producidos por corporaciones que también producen agrotóxicos, fertilizantes sintéticos, insecticidas, fungicidas, etc. Por otro lado estos alimentos certificados orgánicos no son sencillos de conseguir, suelen estar en dietéticas de barrios de clase media y alta. Y que sean orgánicos no nos asegura que su cadena de comercialización sea corta. Como nos contaba Parra, el 98% de la producción orgánica se exporta. O sea que viaja a otros países en aviones y otros medios de transporte generando un consumo muy alto en combustibles fósiles. También están empezando a verse orgánicos en supermercados, este tipo intermediarios alejan a productorxs y consumidorxs encareciendo los alimentos.

Para estudiar otro caso y ver en lo que se puede convertir la industria orgánica es interesante el caso del Movimiento Orgánico en Estados Unidos. Nace muy a finales de los años 60. (Pollan, 2006) nos explica que nace como un movimiento contracultural con la idea de generar una sociedad más horizontal y cooperativa, produciendo sus propios alimentos sin usar pesticidas. Era un movimiento político en contra de la industrialización de la vida y en contra de corporaciones como Dow y Monsanto, que no solo fabricaban pesticidas para la agricultura, si no también para las guerras en Asia a modo de armas químicas. Ejemplo conocido de esto es el Agente Naranja, un poderoso herbicida utilizado para defoliar el bosque Vietnamita y dejar a las guerrillas sin resguardo. Pero el Movimiento Orgánico no solo buscaba modificar la forma en que se producían los alimentos, si no también cómo estos se distribuían y como se consumían. Esta idea holística de que todo está relacionado con todo también la vamos a encontrar cuando analicemos la Agroecología. O sea visto desde la óptica de la consumidora/or es la idea de que no alcanza solo con saber que mi alimento es sano, también es importante saber de donde proviene, como llego hasta mi, etc. Estos factores también hacen al alimento y determinan sus sustentabilidad. El Movimiento Orgánico estadounidense tenía mucho de sus fundamentos filosóficos en los libros de Albert Howard, un agrónomo Inglés que durante muchos años trabajó como asesor de agricultura en la India. Si bien fue como asesor, terminó el aprendiendo de elles y difundiendo esas prácticas. Conceptos como compost, mantillo (o mulch en inglés) o asociación de cultivos puede hallarse en sus libros. Este tipo de producción empezó a sumar popularidad y algunas granjeras/os orgánicos empezaron a crecer y expandirse. Hoy en día la agricultura orgánica en Estados Unidos es bastante similar a la convencional, la gran diferencia es que en vez de usar insumos sintéticos como agrotóxicos y fertilizantes químicos utilizan insumos orgánicos. Pero después la cadena alimentaria es muy similar. Entonces uno de los principios del movimiento orgánico que tenía que ver con la distribución de alimentos se fue perdiendo y los alimentos orgánicos terminaron teniendo circuitos de comercialización igual de largos que los convencionales. Pollan también describe el caso del productor Joel Salatin de la granja Polyface, un productor que si estuviera en Argentina lo llamaríamos Agroecológico, él se autodenomina Ultraorgánico, ya que lo orgánico no lo identifica más. En resumen que un alimento este certificado orgánico hoy en día nos indica que fue producido según ciertas normas técnicas establecidas por la ley y las certificadoras privadas, pero no nos asegura que promueva la soberanía alimentaria, no nos asegura que provenga de la economía social y la agricultura familiar, no nos asegura que sus productoras/es respeten flora y fauna y cuiden y promuevan la biodiversidad y el medioambiente. Y en conclusión la agroecología sigue siendo la opción segura para asegurar la salud del pueblo y la biodiversidad de la naturaleza. En otros posts indagaremos sobre la industria convencional y sobre la agroecología.

Bilbiografía citada

(Pollan, 2006) El dilema del omnivoro.

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Gastón Nan

Soy Gastu, vivo en Buenos Aires. Estoy interesado en la vida sana en general, yoga, alimentación conciente, soberania alimentaria y huerta urbana comunitaria.
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